Validación emocional: mejorando mis relaciones

Episodio 7: Validación Emocional

Validar significa dar fuerza, hacer útil algo, ratificarlo. Por ende, la validación emocional se trata de aceptar y comprender las experiencias emocionales de los demás, incluso si no se comparte. Se trata de evitar juzgar, minimizar o cambiar lo que vive emocionalmente cada persona.

Aunque en teoría pueda parecer un acto simple, en la práctica en realidad es más complejo de lo que uno se imagina, ya que existen diferencias, y es que cada persona advierte el mundo desde sus experiencias, lo que hace que la mayoría de las situaciones, de cómo se interpretan y experimentan sean subjetivas. Por ello en muchas ocasiones observar desde la óptica del otro se nos hace imposible, las emociones y reacciones que experimenta cada persona en muchas ocasiones se nos hacen poco comprensibles.

Qué es la validación emocional ▷ ✓ ejemplos de invalidación - Psicoemocionat

Sumado a ello, es importante saber que, en nuestras relaciones, a veces, y no con una mala intención, tendemos a querer ayudar a los demás desde nuestras formas, queremos que se nuestros seres queridos se sientan mejor, que salgan de ese estado emocional de tipo desagradable. Por ello es muy común escuchar la frase “no vale la pena estar triste por eso” o quizá el tan usado “ya tranquilo, no es para tanto”; sin embargo, estas frases llevan a la invalidación de la experiencia del sujeto. La invalidación implica un rechazo, evitación o negación de lo que el otro está sintiendo y por ende la poca comprensión entre quienes hablan.

Entonces te estarás preguntando…

¿Cuáles son los beneficios de la validación emocional?

La validación emocional es un componente fundamental en las relaciones humanas. Practicarla nos brindará los siguientes beneficios:

  • Construye confianza
  • Mejora la comunicación
  • Permite la expresión emocional de la otra persona
  • Aumenta la intimidad en los vínculos
  • Disminuye la sensación de aislamiento
  • Fortalece la autoestima y la autoaceptación
  • Promueve la empatía
  • Ayuda a la resolución de conflictos
  • Ayuda a comprender las emociones
  • Alienta a que el otro experimente y acepte sus emociones.
  • Aumento de la capacidad para la autovalidación emocional.

Por tanto, la validación emocional es una herramienta valiosa para fomentar la conexión, el entendimiento y el bienestar emocional. Por el contrario, el invalidar las emociones generaría en nuestras relaciones distancia, poca confianza, ruptura del vínculo y hasta en algunos casos problemas de salud mental por la represión emocional y la internalización de sentimientos negativos.

Es importante destacar en este punto que la validación emocional no se trata de aceptar conductas inadecuadas, tampoco de estar de acuerdo o coincidir en las respuestas emotivas, si no más bien es el hecho de reconocer la experiencia de cada sujeto respetando su individualidad y haciendo ver que es legítimo lo que pueda estar sintiendo.

Y ahora…

¿Crees que sueles invalidar las emociones?

Algunas de las formas más comunes de invalidación emocional son: la represión, la negación y la minimización o el juzgar la experiencia emocional.

  • ¿Tiendes a ocultar o minimizar las emociones?
  • ¿Rechazas directamente lo que siente/s?
  • ¿Sueles juzgar la emoción que se experimenta?

Algunas de las frases que te puede ayudar a reconocer si sueles invalidar las emociones propios o hacia otras personas son las que se muestran a continuación: “No te preocupes”, “no es para tanto”, “estás exagerando”, “no te puedes poner así por eso”, “no vale la pena estar triste”, “tienes que estar positivo, alégrate”, “si tú eres fuerte ¿por qué lloras?”, etc.

¿Cómo puedes validar las emociones?

La validación emocional podría manifestarse diciendo algo así: «Puedo ver que te sientes muy molesto/a por esta situación» o «Entiendo que estás experimentando tristeza en este momento», “Ha debido de ser duro para ti ¿verdad? ¡No te lo esperabas!”, es normal estar triste, “Una ruptura duele mucho, llora lo que necesites”… Este tipo de respuestas reflejan una comprensión activa de las emociones expresadas, contribuyendo así a un ambiente de comunicación más compasivo y enriquecedor.

Pasos para la validación emocional

  • Atención: escucha lo que dice atentamente, observa sus gestos, su tono de voz, su postura corporal; estáte atento a lo que el otro expresa sin pensar en la respuesta que darás.
  • Acepta: cualquiera que sea la emoción que está sintiendo, es su emoción, y puede incluso ser dolorosa, pero intenta reconnocer que esa esperiencia es parte de la condición humana. Es importante hacer lugar a todas las emociones, recuerda que todas tienen un sentido.
  • Analiza: ¿qué es lo que necesita?, debo centrarme en lo que desea la persona, aconsejar implica que algo de la situación debe cambiar. Si la otra persona no ha pedido consejo, darlo puede resultar invalidante ya que puede dejar ver que consideramos que el otro no sabe cómo resolver sus problemas.
  • Acompaña: Ofrécele permanecer a su lado durante la experiencia emocional; si no estás seguro de que eso es lo que el otro desea puedes preguntarle si desea compañía o si desea estar solo, si quiere hablar sobre eso o si hay algo puntual que puedas hacer en ese momento.

En conclusión, la validación emocional emerge como un pilar fundamental en la construcción y mantenimiento de relaciones humanas significativas. Al reconocer y aceptar las emociones de los demás, creamos un espacio donde la autenticidad y la conexión pueden florecer.

En un mundo donde la comprensión mutua es esencial, la validación emocional se presenta como una herramienta poderosa para nutrir la empatía, la autoaceptación y el bienestar emocional, ¿te propones validar las emociones de los demás?, ¿eres capaz de validar tus propias experiencias?, es momento de trabajar.

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